Diente de León
- ECOlógica
- 26 feb 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 feb 2018
El diente de león, también conocido como achicoria amarga, es una planta herbácea, perenne, de hasta 40 centímetros de altura. Mejora el aparato digestivo, causa bienestar hepático, es antioxidante, trata la anemia, trastornos del tracto urinario, varices y hemorroides. Ayuda a mantener la salud ocular, ayuda contra la diabetes y la hipertensión. Mantiene la salud de huesos y trata trastornos cutáneos.

Propiedades
Hojas: Betacaroteno, vitamina C, flavonoides, proteína, hierro (previene y trata la anemia), sesquiterpenos (sustancias amargas ricas en sodio, actúa como diurético, recomendado en personas diabéticas).
Flor: Betacaroteno, vitamina C, hidratos de carbono.
Tallo: Altamente alcalina y germicida (para tratar acné, sarpullidos y eczema).
Raíz: Mucílagos, potasio, zinc, calcio, fósforo.
Planta entera: Vitaminas A, B, C y D, antioxidantes (ayuda a combatir el cáncer y otras enfermedades), silicio, flavonoides, cobre, ácidos fólicos, linoleico, oleico, fibra, magnesio.
Recolección
Hojas: primavera
Flores: primavera, verano
Tallo: primavera, verano
Raíces: fines de verano, otoño.
Cómo prepararla: hay diferentes formas de preparar las distintas partes del diente de león para la ingesta.
Las hojas: (brotes tiernos) pueden hacerse en ensaladas o rellenos. También pueden dejarse secar y guardarlas en un saquito de tela para preparar infusiones.
Las raíces: se deben secar y conservar en un recipiente de cristal seco y hermético. Se puede preparar té y un sustituto de café excelente, sin cafeína ni estimulantes. Para esto, se deben tostar las raíces y luego molerlas, se prepara de la misma manera que el café regular de grano.
Las flores: se pueden encurtir en vinagre y sal, utilizar en pastelería, freír, preparar vino e infusiones. Cuando la flor está fresca, se preparan los pétalos en ensalada.
Cosmética: secar y moler la raíz hasta lograr un polvo fino. Puede disolverse tanto en agua como en aceite. Aplicar como mascarilla facial o adicionar a productos de higiene caseros o comprados.
Nota: Revista ECOlógica
Fotos: Andrea Swidzinski
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